El bautismo del Espíritu Santo

Escrito por: Don Fizell

Publicado: 8 de enero de 2018

¿Qué es el Bautismo del Espíritu Santo?

Una de las grandes doctrinas que divide a muchos cristianos entre los que "tienen" y los que "no tienen" es la mala aplicación de la doctrina del bautismo del Espíritu Santo. Y si bien este artículo proporcionará alguna idea sobre este asunto, nada puede reemplazar la iluminación de las Escrituras por el Espíritu del Dios vivo (1 Corintios 2:9-16). Lo que se necesita para entender las Escrituras es devoción a la Palabra de Dios y oración. Pídanle a Dios (Theos) sabiduría para conocer y comprender Su Palabra, sabiendo que Su Palabra es verdadera y nunca regresa vacía.

Para empezar, hay que hacer algunas declaraciones desde el principio que deberían considerarse para una evaluación posterior. Incluyen:

• A fin de cuentas, ¿qué cree usted y por qué lo cree? ¿Lo que crees está basado en cada Palabra de Dios, o lo que crees está basado en lo que te han dicho? Es esencial saberlo y comprenderlo, ya que llega al núcleo y base de su fe. ¡Resuelve hoy que cada Palabra de Dios es verdad! Saber que "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. (Mateo 4:4)”. En eso, deje a un lado cualquier noción, opinión y tradición humana preconcebida, y aferrese y abrace cada Palabra de Dios.
• El Bautismo del Espíritu Santo es lo que ocurre en el momento de la conversión cuando un pecador se convierte en santo como resultado de haber nacido de nuevo por el Espíritu del Dios Vivo. Este es un principio vital que debemos conocer y comprender, ya que no existe otro bautismo del Espíritu Santo, ni una segunda llenura ni una segunda obra de gracia, como a menudo se le llama. Cuando una persona nace de nuevo, se considera santificada por el Espíritu (Bautismo del Espíritu Santo) y rociada con la sangre de Jesucristo (Justificada por la fe). Lo que es imperativo saber y comprender es que la Divinidad está involucrada en cada aspecto de la salvación. La salvación es del Señor, de principio a fin.

1 Pedro 1:2

Elegidos según la presciencia de Dios Padre, mediante la santificación del Espíritu, para la obediencia y la aspersión de la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.

• Hay “un Señor, una fe, un bautismo”. Sólo con este versículo, el debate debería terminar. ¿Porqué es eso? No hay otra manera; ninguna otra fuente de verdad. Jesús dijo en Juan 14:6: “Yo soy el camino, la verdad y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.“Hay muchos que pervierten y manejan mal la Palabra de Dios por diversas razones, pero la Palabra de Dios sigue siendo verdadera. Cuando una persona nace de nuevo por el Espíritu de Dios, es sellada por el Espíritu Santo (Efesios 1:13, 14) y es templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19, 20). No busques otro espíritu, ya que muchos han caído en el foso por hacerlo. Esta sensible generación buscadora está en el camino de la destrucción a menos que se arrepientan de sus pecados y pongan su fe y confianza en el Señor Jesucristo.

Efesios 4:4-6

Hay un cuerpo y un Espíritu, así como sois llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; Un Señor, una fe, un bautismo, Un Dios y Padre de todos, que está sobre todos, y por todos, y en todos vosotros.

• ¿Qué ocurrió en realidad en el aposento alto, como se demuestra en el Capítulo 2 del Libro de los Hechos? ¿Y por qué ocurrió? Lea Hechos 1 – 4 y sea testigo de la promesa del Padre (Consolador venidero, Juan 14:26, Hechos 1:4), la llegada del Consolador por primera vez (Hechos 2), el nacimiento de la Iglesia (Romanos 8 :9), y la proclamación del Evangelio del Señor Jesucristo (Hechos 2:38).

En pocas palabras, lo que ocurrió en el aposento alto en Hechos 2 es el cumplimiento de las Escrituras. Ese no fue un evento que ocurrió de manera aislada, como muchos supondrían, ya que cada vez que una persona viene al Señor Jesucristo por primera vez y nace de nuevo, es una nueva creación en Cristo. Lo que Hechos 2 demostró es que la Palabra de Dios es verdadera. Jesús dijo a sus discípulos que esperaran la promesa del Padre. Y esperaron. Y el día de Pentecostés el Espíritu de Dios fue derramado sobre los santos y la Iglesia nació.

2 Corintios 5:17

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, todas las cosas son hechas nuevas.

Entonces en esto resuelvan saber y comprender que este fue un tiempo de transición entre la ley y la gracia, entre el tiempo del Antiguo Pacto y el tiempo del Nuevo Pacto sellado con la sangre del Señor Jesucristo. El resultado del bautismo del Espíritu Santo es que la Iglesia nació y recibió el poder de vivir para el Señor Jesucristo y proclamar el Evangelio del Señor Jesucristo.

A veces hay quienes descartan Hechos 19:3 y sugieren que esas personas fueron salvas y aún así necesitaban ser bautizadas en el Espíritu Santo. Pero nada respalda esa afirmación errónea, pues existe una diferencia entre ser discípulo de Juan Bautista e Hijos de Dios. La misión de Juan era preparar el camino del Señor Jesucristo, y bautizaba a las personas con agua, mientras que el bautismo del Espíritu Santo es un bautismo espiritual que proviene de Dios mismo.

En esto es importante hacer esa distinción entre la carne y el Espíritu. Romanos 8 muestra claramente que hay una diferencia entre la carne y el Espíritu.

Entonces, si bien este breve artículo ha brindado una idea de este tema, sepa y comprenda que nada reemplaza la Palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo que está obrando en las vidas de los Hijos de Dios. Pero también sepan que la Palabra de Dios no se burla ni se contradice. ¡La Palabra de Dios es verdad! Dios no va a revelar Su Palabra a Su pueblo de tal manera que le diga a una persona una cosa y a otra le diga algo completamente diferente. Todo debe estar alineado con cada Palabra de Dios. Si no es así, entonces llévalo humildemente a la Palabra de Dios y a la oración y pídele sabiduría a Dios.

Santiago 1:5

Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche; y le será dado.